viernes, 9 de octubre de 2009

Opinión: "Clase de Religión, o de nada"

Carta abierta al AMPTA de El Tomillar de Gonzalo Génova

En los últimos días se ha hecho circular entre los miembros representantes del AMPTA un artículo publicado en El País (30/09/2009) titulado “Clase de Religión, o de nada”. En este artículo se ponen de manifiesto algunos de los problemas que está conllevando la implantación de la clase de Atención Educativa Debida (anteriormente conocida como Alternativa a la Religión). Entre algunas verdades que contiene el artículo, y también algunas inexactitudes, destaca el hecho de que llama “adoctrinamiento” a la clase de religión. Además, todo el artículo destila la idea de que los problemas en la implantación de la AED se deben a los padres que piden que sus hijos reciban la clase de religión. Esto es falso, irrespetuoso y demuestra un elevado grado de intolerancia hacia las ideas de los demás.

No cabe duda de que la implantación de la AED tiene problemas prácticos que nuestros gobernantes no han sabido o no han querido resolver. Pero los culpables no somos los padres que pedimos enseñanza religiosa para nuestros hijos. La escuela (sea pública, pública-concertada, o privada) está al servicio de los padres, que son los primeros titulares de la educación de sus hijos. Si los padres desean que sus hijos reciban clase de religión, la escuela debe satisfacer esta demanda, y así lo reconoce nuestra Constitución como un derecho fundamental. En particular, en el caso de la escuela pública, el Estado educa por encargo de los padres, a los que presta un servicio educativo, pero ellos siguen siendo los titulares del derecho a la educación de sus hijos. Nada más natural, por tanto, que en la escuela pública se enseñe religión si así lo desean los padres (y sólo a los que lo deseen, por supuesto).

Me parece muy bien que la autora del artículo publique sus ideas en El País. Me parece muy bien que nuestros representantes en el AMPTA suscriban a título personal dichas ideas. Lo que no me parece nada bien es que desde el AMPTA se promueva y difunda la ideología que está detrás de este artículo. Os hemos elegido para que nos representéis, para que promováis las actividades en esta maravillosa escuela infantil, y para que nos defendáis ante los atropellos de las autoridades, como habéis hecho en tiempos aún recientes. Pero no os hemos elegido para que difundáis ninguna ideología u opinión política particular. Os pido por favor que en lo sucesivo os abstengáis de actuar en este sentido, y dejéis en paz a la asignatura de religión.

Gonzalo Génova
Padre de Iñaki (aula rosa) y de Javier (ex)

3 comentarios:

  1. Hola:
    Es siempre interesante ver una vez más cómo cada cual interpreta el mundo en función de las gafas que lleva.
    Ahora hablo sólo en mi condición de persona, me da la sensación de que NADIE ha hecho circular éste artículo (salvo El País), y que, efectívamente cualquiera tiene el derecho de opinar lo que le parezca.
    Y también que la palabra adoctrinamiento puede ser interpretada negativamente, pero en realidad su significado no es negativo, adoctrinar es instruir a alguien en el conocimiento o enseñanza de una doctrina. Y doctrina es simplemente un conjunto de ideas y opiniones religiosas, filosóficas o políticas, por ejemplo, la doctrina cristiana. Efectivamente, considerar la clase de religión católica como adoctrinamiento, no me parece negativo, sino exacto.
    Ahora hablo como padre: siempre que hay un conflicto de derechos alguien sale perjudicado. Y este es un caso. Veréis, el artículo, con sus inexactitudes y errores no esconde la realidad, que es que los niños y niñas cuyos padres y madres no eligen la asignatura de religión católica, no tienen derecho a elegir "no elegir" hora y media de nada. "ya nadie es libre ni para dejar de ser libre". Yo me plantearía seriamente mi inclinación hacia las clases de, pongamos por caso, religión católica, si mi elección dejase a otros niños y niñas sin elección, lo haría. Pero es mi personal manera de pensar.
    Dejando de lado mi idea (tal vez utópica) en la que las personas sin lo que llamamos "uso de razón" no deben ser marcados como Judíos, árabes, o cristianos, hasta ellos decidirlo. Dejando también de lado mi sueño de convivencia real entre culturas y no confrontación de derechos desde la más tierna infancia que luego desembocan en distinciones de clase y aún más, en franjas de Gaza.
    Yo procuraría que los primeros conocimientos sobre mi religión,mis hijos e hijas los recibiesen de alguien conocido por mi y no en una persona elegida por la conferencia episcopal, y procuraría que fuese de total confianza. En fin, que no creo que la religión deba ser asignatura escolar, sí creo que tiene que estar en la sociedad, en las casas, en los templos, en el interior de las personas, pero no en la escuela, porque la experiencia nos demuestra que sólo es foco de conflictos.
    Fíjate que sin que el AMPTA haya dicho NADA al respecto, pues ha tenido ESPECIAL CUIDADO en no tomar partido por ningúna ideología (Como indica Gonzalo equivocadamente), ya tenemos una especie de toque de atención.
    Supongo que el AMPTA contestará de manera correcta a esta alusión, yo en lo personal tengo mi opinión, y por eso la traigo aquí.
    Por otro lado, El Estado no educa por encargo de padres ni madres ni tutores, NO. El Estado tiene el deber de educar, y las personas españolas y extranjeras que viven en España, tienen el derecho a la educación, así al menos lo recoge nuestra Constitución. Derecho y Deber.
    Los padres y madres el deber de educar, qué suerte!!, en la libertad, la tolerancia, la igualdad!!! y los valores esenciales para la convivencia.
    No nos hagamos líos, si El Tomillar es lo que es, es entre otras muchísimas cosas extraordinarias, porque la religión es algo de cada padre y cada madre, es algo de cada niño y cada niña, de cada profesor o profesora, pero no es algo "del colegio", ni algo que separe al alumnado, sino algo que aprender a respetar, a cuidar y a conoccer.
    CArlos Beltrán
    Padre de carlota (naranja)es decir, de los que tenemos que ser libres para dejar de serlo.

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  2. CON LA RELIGION HEMOS TOPADO


    Buenas :

    Soy miembro de la directiva del AMPTA de la escuela infantil El Tomillar pero, quede claro, escribo a título personal representándome exclusivamente a mi y a mis hijos.

    En esto quiero ser contundente, NO es cierto que el AMPTA haya promovido ni difun - dido ningún artículo ni ideología referente a la asignatura de Religión, simplemente y por decisión expresa de la junta directiva, esta asociación aún no se ha pronunciado. Por
    lo tanto quizá consideres justo rectificar también en carta abierta, sinceramente no se
    por que has descartado una simple conversación.

    Según la encuesta realizada en la escuela, los padres y madres interesad@s en adoctri –
    nar a sus hij@s en la materia de Religión sois minoría clara, los tiempos están cambian
    do. Me cuesta entender que os sirváis de la actual situación de discriminación positiva que legalmente disfruta el catolicismo, pero aún más aceptar el desinterés con el que enviáis a los compañer@s de vuestros hij@s al limbo virtual de la Atención Educativa
    Debida. Desde el punto de vista de los que respetando la Religión, no la queremos dentro de las escuelas, este es el escollo. No basta con decir que la AED no funciona por culpa de los gobernantes, ni que dejemos en paz la Religión, para el caso de nuestra escuela estaría bien alguna propuesta para TODOS.


    Aberto Escalada Hervás.

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  3. Hola a todos,

    Alberto me pide que rectifique en carta abierta, a lo cual no tengo ningún inconveniente. Ayer por la mañana escribí lo siguiente a la Junta Directiva:

    =====
    Queridos miembros de la Junta Directiva,

    En relación con la incipiente polémica acerca de la clase de religión en El Tomillar, creo que os debo una disculpa. Esta mañana he estado hablando con Paula y me ha explicado que el artículo del País sólo circuló entre los miembros de la Junta Directiva como documento interno, Katrina también me lo ha explicado por correo electrónico. Para que comprendáis un poco mi postura, aunque no la justifique, diré que no era esa la información que yo tenía: lo que a mí me llegó es que el artículo se estaba distribuyendo entre los padres del AMPTA por correo electrónico y con la intención de hacerlo llegar fotocopiado a todos los padres. Aunque desde el AMPTA no haya ninguna actitud de menosprecio hacia la clase de religión, el artículo sí manifiesta esta actitud, y de ahí mi indignación ante el hecho (que yo creía verdadero) de que la Junta Directiva lo estuviera difundiendo. Paula me dice que antes de escribir esa carta yo debería haberme informado mejor, y creo que tiene razón, por este motivo os pido disculpas si he malinterpretado vuestras intenciones.

    Un abrazo,
    Gonzalo
    =====

    En todo caso, quiero dejar claro que nos interesan los hijos de todos, no sólo los nuestros, y que estamos abiertos a colaborar para que la solución sea lo mejor que se pueda para todos. La diferencia religiosa es un hecho en nuestra sociedad, donde el número de los católicos va disminuyendo, aumenta el número de agnósticos o ateos, y la inmigración aporta gentes de otras religiones. Pienso que tenemos que aprender a vivir con las diferencias, sin negarlas, porque están ahí, y si no salen en el colegio saldrán en la familia, en la urbanización, en el equipo deportivo. El colegio puede ser precisamente el lugar donde nuestros hijos aprendan a convivir con los que son de diferente religión, o de ninguna. La religión no tiene por qué convertirse en motivo de división.

    Creo que podemos encontrar una solución para que los niños que no tienen religión puedan aprovechar el tiempo de la mejor manera posible, sin impedir que otros tengan religión, pero supliendo lo que la ley no ha sido capaz de solucionar. Claro que me interesan los hijos de los demás, claro que me gustaría encontrar una solución buena para todos, pero tampoco quiero que me culpen de una situación que yo no he creado.

    No tengo ningún interés en que mis hijos sean adoctrinados en el colegio. Sí quiero que reciban cultura religiosa, porque considero que es esencial y que nuestra civilización no se comprende sin la religión, aunque no sea más que por cuestiones históricas. Esta asignatura podría ser no confesional, tal vez sería preferible, y aún así podría haber gente que la rechazara, y yo respetaría su decisión. Pero la realidad en nuestro país es que la asignatura es confesional. Aun así tengo muy claro que la asignatura de religión no es lo mismo que la catequesis de la parroquia, que por cierto, y en mi opinión, tampoco debe ser adoctrinamiento.

    Espero que, dado el interés suscitado por el tema, a partir de ahora este blog sirva para mantener una discusión sosegada y constructiva, lejos del tono polémico.

    Un saludo,
    Gonzalo

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